• Usos más frecuentes

Van en cursiva las palabras y las expresiones que conviene destacar por diversos motivos. A diferencia de las comillas, la cursiva confiere un énfasis puramente visual.

a) Distinción de palabras y frases empleadas en metalenguaje del estilo la palabra (término, lema, modismo, etc.) X, la palabra (letra, sílaba, locución, expresión, etc.) con el nombre de X, la denominación de X y similares.

b) Distinción de palabras clave y términos técnicos que convenga destacar visualmente para que queden más claras:

Los neologismos, es decir, las unidades léxicas formalmente o semánticamente nuevas.

c) Distinción de las preguntas en una entrevista

Por ejemplo:

—¿Es este proceso de síntesis un anuncio de cambio?
—Probablemente. En ningún caso, de abandono, porque el tema de la ciudad como reunión es tan rico que no puedo abandonarlo.

d) Distinción de extranjerismos

Las palabras y los modismos extranjeros no asimilados deben escribirse en cursiva. Este uso es un sistema de defensa frente a la presión de las lenguas extranjeras más poderosas. Por ejemplo:

La palabra extranjera leasing se utiliza con frecuencia para referirse al arrendamiento financiero.

d) Destacar especialmente una palabra o una oración

A veces, también se utiliza la negrita para destacar elementos que tienen valor especial en un texto. Veamos un ejemplo:

¡Atención, amigos! Hoy nos disponemos a celebrar el vigésimo aniversario...

e) Títulos

Muchos títulos, como los de las obras creadas (literatura, escultura, música, cine y casos semejantes), deben aparecer escritos en letra cursiva.

Pero es en el género de la opereta donde Thomas Sigwald brilla con todo su esplendor. En este terreno, ha interpretado más de 15 obras. Ha bordado papeles creados por Strauß como Zedlau en Sangre vienesa e incluso por Kalman como Tassilo en La condesa Maritza o Edwin en La princesa gitana.

  • Errores más frecuentes

    Por un lado, tenemos que recordar que la cursiva es un recurso que utilizamos para destacar un elemento dentro de la frase y, por lo tanto, es recomendable no combinarlo de manera abusiva con otros recursos tipográficos como la negrita, el subrayado, etc. Por otro lado, hay que aplicar los criterios de uso de la cursiva de manera sistemática a lo largo del texto para no crear un efecto de extrañeza y despistar a los lectores.
    En este apartado analizaremos algunos de los usos de la cursiva que a menudo plantean dudas y nos llevan a cometer errores.

    - Es recomendable usar la cursiva para los neologismos de uso no extendido.

    - Los apodos o alias vulgares irán en cursiva si acompañan al nombre original, pero no si van solos. Muchos apodos sulen ir acompañados de un artículo. Éste se considera parte del nombre y, por lo tanto, se escribe con mayúscula. También es recomendable usar la cursiva para las palabras propias de una jerga.

    - Los apodos que se refieren a un colectivo siempre se escriben en cursiva y, en este caso, el artículo irá en minúscula y también en cursiva.

    - No debe emplearse la cursiva para designar a los seguidores de un partido político o de una doctrina.

    - No es correcto usar la cursiva para denominar marcas, modelos industriales o programas científicos, a no ser que se usen como genéricos. En cambio, si que se empleará para en los nombres de animales, aviones, barcos o naves espaciales.

    - Los titulares de los editoriales, críticas o artículos deben escribirse en cursiva para diferenciarlos del resto de información.

    - Las siglas, aunque correspondan a un enunciado que se escribe en cursiva, van siempre en redonda.

    - No se debe utulizar la cursiva para las citas textuales, ni en el caso de que la cita sea en otra lengua.

    - Hay que recordar que los signos ortográficos que van unidos a una palabra en cursiva también deben ir en cursiva.

    - No se usa la cursiva en los títulos de leyes, disposiciones, etc. ni en los títulos de obras normativas que enuncian su propio contenido.

    - Es recomendable no usar la cursiva en los nombres de libros sagrados o en una de sus partes, ni tampoco en las recopilaciones literarias.

    - Hay que emplear la redonda para los nombres de organismos, entidades, organizaciones, empresas e instituciones, y también para los nombres de edificios y fincas.

    - Los nombres de personajes de ficción, los nombres de objetos históricos y los nombres de razas, subrazas y tribus humanas no se escriben en cursiva. Se debe aplicar el mismo criterio para las razas de animales.

    - Los títulos de cursos dados en colegios o universidades y los títulos de conferencias y discursos se escriben con letra redonda y entre comillas. Lo mismo ocurre cuando una palabra, sintagma u oración se emplea como significado de otro que se menciona.



    (La mayor parte de criterios han sido extraídos de la obra Diccionario de ortografía técnica, José Martínez de Sousa)


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