Nos solemos encontrar con nuestro viejo amigo: el niño con su amigo el perro, con su amiga la tortuga y su amiga la rana. Y un día el niño decide llevarlos a todos al parque de la ciudad, a dar una vuelta y a pasar ahí el día. Hay mariposas, árboles, flores... En un despiste, la rana sale del cubo que llevaba el niño, y decide em- emprender una aventura ella sola ese día. El perro, la rana la tortuga y el niño no se dan cuenta, siguen mirando las mariposas, el cielo... vaya un día fantástico para pasar en el parque. Así que la rana se queda atrasada y les dice: “Bueno, ya nos veremos” y se queda sola. ## Allí donde se queda ve que hay muchas flores, ve que hay mariposas revoloteando a su alrededor... y ve comida, y dice: “[Mm], hoy me voy a pegar un gran festín”. Así que saca su lengua, y atrae a un insecto enorme, por tanto la rana está muy contenta, pero cual es su sorpresa, cuando se lo traga ve que no era tan bueno, no era un alimento tan bueno, y debe escupirlo porque se trataba de una abeja, una abeja muy fea con unas alas muy grandes y que daba mucho miedo. Así que la rana, visto su poco éxito con su comida, decide ir a buscarla por otro lado. Al mismo tiempo hay una pareja que están haciendo un picnic, porque han decidido pasar un día romántico en el parque. Él le está poniendo café, llevan una cestita con su comida_, la manta en el suelo_ Mientras el hombre bebe café, la chica busca algo en la cesta del picnic, y la rana aprovecha para meterse dentro. “[Mm] aquí seguro que encuentro algo bueno para comer” piensa. # Pero la chica topa con algo que no le gusta: [o-o_] le ha descubierto. Y la rana se coge al brazo de la chica. ¡Qué horror! Al hombre se le cae el café y se le caen las gafas y se le cae todo, y la chica pone una cara de susto horrible. Así que se pone a chillar como una desesperada, tira la taza, el hombre al suelo, y la rana sale saltando, porque ve que ahí no la quieren. Entonces se va a otro lado del parque, y se sube a una ramita, y ve jugar a un niño con su barco en el lago. La madre del niño está sentada en el en el banco leyendo, y el niño parece muy_ contento con su juguete. Pero la rana quiere jugar también y se decide tirar en plancha al barco. [¡Chof!] Hunde el barco claro porque la rana, muy bonita pero... delgada no era. Así que el niño se la queda mirando con cara de_ sorpresa: “¿Pero qué es esto?” y llama su madre llorando: “¡Mamá, mira que me ha hecho esta rana!” La madre se tiene que meter en el agua, cogerle el juguete... evidentemente la rana se va. Entonces se va al otro lado del lago y sale, y ve que hay una señora con un cochecito. #La señora está leyendo una revista muy interesada, parece muy absorta en la lectura y no se da cuenta de que llega la rana, así que la rana vuelve a tirarse en plancha hacia adentro del cochecito. Pero el gato del niño, que está a los pies del carrito, lo ve, y parece no gustarle nada. Al niño que hay dentro el carrito tampoco parece gustarle, de hecho pone una cara de “¡hhgh! ¡Qué asco!”. Pero la madre sigue sin darse cuenta. Saca el biberón de su bolso porque es la hora de que el niño coma. Y la madre despistada, sin fijarse, le da el biberón a su hijo. El niño parece muy con- muy enfadado, como pensando “Mamá, ¿que no te das cuenta que estás pasa-- que está pasando? Y el gato intenta acercarse a la rana, pero aún no la toca. Qué sorpresa se lleva la madre, cuando oye al gato gruñir y saltar encima del carrito y qué sorpresa se lleva aún mas grande cuando ve que la rana tiene el biberón en sus manos. El niño llorando, el gato sobre el carrito, la rana con cara de susto, la madre horrorizada... bueno pues que la rana se tiene que volver a ir, y ahí tampoco la quieren. El gato sale tras ella, el cochecito se ha caído al suelo, el niño está llorando desconsolado, la madre parece muy enfadada con la rana... bueno: un caos. Pero ¡el gato consigue coger a la rana! Y la chafa, la tiene entre sus zarpas, hasta que_ aparece el niño y los amigos de la rana y asustan al gato. El perro, que aunque sabe que su amiga es muy traviesa, decide defenderle, y se pone a ladrar al gato que sale huyendo con mucho miedo. La tortuga está dentro del cubo, mirando la escena, y sonríe complacida porque su amiga está bien. Y al final el niño decide coger a la rana entre sus brazos – no sea que se le vuelve a escapar – y se van los cuatro amigos otra vez hacia casa.