En este cuento un pequeño niño está frente al espejo poniéndose guapo, la corbata, sus pantalones, y todo a juego porque es una noche muy importante ya que celebran su cumpleaños en un restaurante. Los padres y la hermana del niño le van a buscar a la habitación y le dicen que ya es hora, porque tienen reservada mesa en dicho restaurante. Los animales sin embargo pobrecitos tienen que quedarse en casa, porque no pueden entrar los animales en un restaurante de lujo. La rana por eso piensa que lo mejor es, ya que les han prohibido, ir a ver lo que le han prohibido y se va con ellos al restaurante a ver si puede hacer alguna diabluría por allí. Una vez dentro, ya sentados en la mesa_ y decidiendo el menú que van a tomar, la rana observa que hay un grupo de músicos que están amenizando la velada, un saxofonista, un trompetista y un hombre con un_ tambor. Entonces el instrumento que más le llama la atención a la rana es el saxofón, y decide meterse dentro para ver como es por allí. Lo que produce es el asombro de los músicos al ver que el sonido no suena tal y como habían ensayado, sino que es un ruido muy raro. Entonces deciden mirar dentro a ver que pasa con el saxofón y el porque de este_ de este cambio en la_ melodía. No entienden nada, lo observan bien por arriba y por abajo el saxofón, hasta que sale una rana de dentro. Asombrados, no se lo pueden creer, montan un desastre, se les cae todos los instrumentos por el suelo, se le rompe el tambor ya que uno de los músicos cae de culo encima, etcétera. Van a pedirle cuentas al jefe del restaurante, del porque ha pasado eso y a ver quien les va a pagar los destrozos. En estas que la rana, no satisfecha de haber hecho_ esta broma, decide meterse y esconderse más bien en el plato de_ una, de una comida de una señora. Se trata de una ensalada, por lo que puede esconderse con bastante facilidad. La señora, que tenía mucha hambre, empieza a comerse la lechuga y su gran sorpresa al descubrir que en medio de las zanaorias y los tomates hay una rana escondida. Antes de meterse el trozo de lechuga en la boca, grita al camarero que le venga a ayudar que hay una rana en el plato, se pone muy nerviosa, cae de la silla, las copas se rompen, los tenedores salen volando por los aires, en fin: también un desastre. La rana de un salto se mete en la copa de otro de los # de los_ invitados de ese restaurante # y_ el chico, al beber en la copa, ve que tiene una rana, pero no simplemente está la rana allí en la copa, sino que ésta encima le da un beso en la nariz. La novia del hombre de la copa está exhaust- exhausta, no se lo puede creer y le dan muchísimo miedo las ranas y mucho mucho asco. Entonces se empieza a marear, pensando que quizá también ha estado la rana en su copa, eccétera, y se la tienen que llevar del restaurante. En estas, que también la señora de la ensalada y el señor de la copa le piden cuentas al director y al jefe del restaurante y este ya, muy preocupado y muy enfadado, decide ver donde está el problema. Y descubre que se trata de una rana que ha estado causando todos estos desperfectos. Entonces va a atraparla, la coge y muy enfadado se la lleva fuera. Hm la familia del niño estaba comiendo tan tranquilamente, cuando el niño de golpe empieza a chillarle al camarero que le devuelva su rana. La madre intenta que se calle, ya que_ la rana no ha sido precisamente amable en esta velada, pero el niño quiere por todos los medios volver a tener a su rana. Finalmente los padres se resignan y van a hablar con el jefe para que les devuelva el animal al niño. El jefe, muy enfadado, les devuelve la rana, pero les dice que no vuelvan nunca más a ese restaurante, que no serán bienvenidos y que ya les pasará la factura de todo lo que han roto. Una vez en el coche los padres muy enfadados con el niño ya que ni tan solo el día de su cumpleaños pueden tener una cena normal, la niña también muy enfadada, ya que se había puesto muy guapa para la ocasión y al final se han tenido que ir a cenar a casa y el padre también muy enfadado. Entonces cuando llegan a casa, es el padre el que le riñe al niño, le castiga dos días en la habitación, con sus animales y le prohibe que les vuelva a sacar nunca más de casa. La madre considera que ha sido excesiva la bronca, pero bueno, ha sido una decisión de su marido y tampoco le va a decir nada. El niño una vez en la habitación, empieza a recordar todo lo que ha pasado en el restaurante y les cuenta al resto de sus animales y se ríen todos muchísimo y pasan una noche de cumpleaños mejor que hubiera sido en el restaurante.