• ¿Qué es?

Constituye el primer paso para escribir un texto académico, se trata de conseguir la información necesaria. Es importante entender que documentarse o conseguir información no consiste solamente en apilar un conjunto considerable de libros, datos extraídos de Internet, resultados de experimentos y encuestas, etc. Documentarse no es sólo conseguir la información, sino también y especialmente estudiarla, entenderla y asimilarla de modo que se integre coherentemente con el resto de nuestros conocimientos.

  • ¿Para qué sirve?
La documentación permite el enriquecimiento de los conocimientos propios antes de empezar a escribir y, a su vez, ayuda a madurar las propias opiniones sobre un mayor número de elementos, y a continuación ejemplificarlas de una forma eficaz. En síntesis, las dos funciones de la documentación son:

a) La recopilación de informaciones relativas al tema: hechos, datos, experiencias, opiniones, etc.

b) La generación de nuevas ideas con el estímulo de los elementos precedentes.

La cantidad y el tipo de informaciones que deben recogerse varían, obviamente, en función de las situaciones. Un breve ensayo sobre un problema de actualidad para el periódico exige un trabajo muy distinto al necesario para un informe en una empresa o para un extenso trabajo universitario. Sin embargo, en todos los casos es oportuno disponer de un método de documentación.

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  • ¿Cómo se hace?

El trabajo de documentación comienza con una fase preparatoria, en la que se trata el tema desde diferentes ángulos. Es preciso:

1. Reunir toda la información interesante, general y específica, para el tema que se va a tratar.

2. Leer algún texto de carácter muy general y sintético
para hacerse una primera idea sobre el problema.

3. Componer por escrito una lista de los objetivos del texto académico, de los elementos sobre los que se desearía encontrar información. Esta lista ayuda a leer de forma más cuidadosa y activa la información que se haya recogido.

4. Valorar la información. Conseguir mucha información sólo tiene sentido si eso desarrolla el sentido crítico; sólo si leer todos los datos y pensar sobre ellos lleva a ser capaces de percibir qué datos son realmente valiosos, cuáles son útiles y cuáles conviene desechar.

5. Buscar un título para el escrito, en caso de que no tenga ya uno asignado. Esta operación ayuda a enmarcar el campo de trabajo.

6. Buscar otras fuentes (libros, artículos, revistas, etc.) a partir de los textos consultados hasta el momento y hacer una lista de todas ellas.

7. Leer los textos seleccionados y tomar apuntes sintéticos.

8. Reunir las propias ideas y reorganizarlas teniendo en cuenta los materiales recogidos y consultados. Es necesario haber relacionado entre sí esa información previamente. Conocer en profundidad un tema significa ser capaz de integrar todos los datos en una explicación general, en una gran red que los relacione, conseguir una visión global del problema que se intenta estudiar. Las relaciones entre los datos no suelen ser evidentes: encontrarlas es el fruto de un complejo trabajo intelectual.

Cuanto más largo y complejo es el texto que se desea crear, más rica tendrá que ser la documentación, lo que exigirá desarrollar varias veces y en órdenes diversos las operaciones señaladas en los tres últimos puntos.

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  • Ejemplo

    Imagínate que en una de tus clases tienes que hacer una exposición sobre el proceso de composición durante unos cinco minutos. Aunque tienes una vaga idea de lo que es, necesitas documentarte para conocer dicho proceso a la perfección. Te diriges a la biblioteca y encuentras un libro que puede ayudarte: Recetas para escribir de Antonio García del Toro y Daniel Cassany.
    A continuación, te adjuntamos el capítulo que se ocupa de dicho concepto y explica de qué trata cada una de sus fases. A modo de ejemplo, te presentamos la información que se ha seleccionado de los dos primeros apartados del capítulo (El proceso de composición y La planificación):

    El proceso de composición

    Definición: El proceso de composición es una actividad compleja, ya que requiere saber hacer diversas tareas: toma de conciencia del destinatario, corregir errores tipográficos, buscar y ordenar ideas, etc.

    Fases del proceso de composición:

    a) Planificación o preescritura, esto es, antes de escribir.
    b) Textualización o escritura, es decir, cuando escribo y doy forma al contenido que quiero que exprese mi texto.
    c) La revisión o reescritura. Corregir y revisar lo que he escrito.

    Estos procesos no siguen un orden fijo, pueden desarrollarse varias veces y de distintas maneras, ya existe una interacción entre las fases del proceso de composición.

    La planificación

    Esta fase del proceso de composición es la que te ayuda a conocer la situación de comunicación a la que te enfrentas (a quién quieres escribir, sobre qué vas a escribir, cómo lo vas a explicar, qué quieres conseguir, etc.).

    La planificación contempla varias tareas:

Analizar la situación: Consiste en conocer las circunstancias que nos conducen a escribir. Se trata de determinar cuál es tu propósito comunicativo (lo que quieres conseguir) e imaginarte a tu lector (quién es, qué quiere, qué sabe, qué le interesa).

Generar ideas: Se trata de buscar nuevas ideas que te puedan ser útiles para elaborar el texto.

Elaborar un proyecto: Consiste es preparar un guión concreto del texto que vas a escribir.

Las observaciones del autor de los apuntes aparecen encursiva.

CASSANY, Daniel; GARCÍA DEL TORO, Antonio. Recetas para escribir. San Juan (Puerto Rico): Plaza Mayor. 1999. Páginas 14-18.

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  • Práctica

Selecciona la información de los dos apartados restantes de dicho capítulo (La textualización y La revisión), a continuación, sistematiza las ideas que hayas extraído.

Revisa tu práctica

Bibliografía

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