El currículum vitae es un texto expositivo (raramente argumentativo)
mediante el cual una persona solicita un empleo (en una determinada
empresa u organismo) o una beca (en el ámbito académico por
ejemplo), o es presentada en el marco de un acto académico o
cultural (reseñas de libros, presentación de conferenciantes,
de artistas invitados, etc.). No hay un solo modelo de currículum,
aunque sí que existe un "esquema", una información mínima básica,
que podemos considerar de referencia y que se observa tanto
en los currícula más escuetos como en las presentaciones o reseñas
y demás currícula desarrollados.
La estructura básica de todo currículum suele tener tres grandes
bloques:
- datos personales
- formación
- experiencia profesional
En el primer bloque es imprescindible que aparezca el nombre
completo (nombre y apellidos) del solicitante, la fecha de nacimiento,
la dirección actual, y el teléfono, fax o e-mail. Cuanto más
detallados sean los datos personales, mejor, para que la persona
que tiene que seleccionar al candidato más adecuado no tenga
dudas o pueda ponerse fácilmente en contacto con el solicitante.
Con respecto al estado civil, es un dato que se suele aportar,
pero no es imprescindible.
En cuanto al segundo bloque, se trata de indicar todos los estudios
realizados hasta la fecha, sean reglados o no, siempre que sean
relevantes para el puesto que se solicita. En este apartado,
hay que tener en cuenta que existen cursos que engloban a otros,
es decir, que no pueden realizarse si no tienes una titulación
previa. Por ejemplo, si alguien tiene una licenciatura universitaria,
no hace falta que indique que ha realizado el bachillerato.
El orden de los ítems en el bloque de formación suele ser cronológico,
desde los estudios realizados hace más tiempo hasta los más
recientes. En otros países es habitual que el orden sea también
cronológico, pero de lo más reciente a lo más antiguo, con el
objeto de que el destinatario encuentre la información más actual
en primer lugar.
En el tercer bloque se incluye la experiencia profesional que
tenga el solicitante. En este apartado hay que hacer un esfuerzo
por seleccionar lo que pueda ser más significativo según el
puesto de empleo que se solicita. La ordenación de los datos
también es cronológica y, como en el caso anterior, puede ser
de lo más antiguo a lo más reciente, o viceversa. En nuestro
país, y en muchos otros países europeos, la ordenación suele
ser esta, pero por ejemplo en EEUU se suele indicar lo más reciente
en primer lugar.
Es posible también ampliar la información con otros temas, como
las aficiones de la persona (si se prevé que al destinatario
le interesa especialmente conocer la personalidad del solicitante)
o si tiene carnés de conducir (esta información será relevante
según el tipo de trabajo de que se trate). Otro apartado que
puede incluirse en el currículum, si ello puede beneficiar al
solicitante, es el de las referencias. Se trata de citar a un
par o tres de personas que hayan trabajado anteriormente con
el solicitante en alguna empresa, institución u organización
y que puedan confirmar, gracias a su cargo, que se trata de
una persona capaz, seria y responsable.
También puede ser conveniente incluir subapartados, sobre todo
en los apartados de formación y de experiencia profesional.
En el caso de la formación, podemos explicar en estos subapartados
nuestras habilidades o conocimientos de informática o de idiomas
(como formación complementaria, si estos conocimientos son secundarios;
si no, deberán constar como prioritarios). En algunos casos,
es conveniente incluir una foto reciente de la persona que solicita
el empleo. En algunos manuales se insiste mucho en la recomendación
de que aparezca esta foto, aunque se trata de un requerimiento
que solo se justifica en unos pocos y muy determinados tipos
de empleo, en los que la apariencia de la persona puede ser
relevante.
En los currícula con el formato escueto de esquema, la redacción
de los apartados (de los tres) debe ser sintética. Conviene
eliminar todo lo que sea superfluo y tener en cuenta que un
currículum mejor no es el más largo, sino el más claro, más
lógico, y el que contiene la información mejor seleccionada.
Normalmente estos currícula se escriben en forma impersonal,
evitando las marcas lingüísticas que se dirijan directamente
al "yo" o al sujeto de quien se hace mención. Asimismo, deberemos
eliminar en la medida de lo posible la modalización, ya que
la información debe presentarse de manera objetiva. Sin embargo,
en algunos casos podemos hacer alguna excepción, siempre dependiendo
de la situación comunicativa y de los objetivos del texto.
Sin embargo, en el caso de los currícula desarrollados o redactados
(presentaciones, trayectorias profesionales, solapas de libros,
reseñas, etc.) suele aparecer la mención directa hacia un sujeto,
o bien elementos de valoración que cumplen la función de presentar
a esa persona ante una determinada audiencia o un determinado
público y de justificar, al mismo tiempo, por qué puede ser
interesante para aquella audiencia. En el caso de un currículum
redactado, los apartados no aparecerán en forma de bloques con
sus títulos independientes, sino que la información se irá desgranando
en párrafos que construyan una estructura informativa muy clara
y muy lógica, aunque sin títulos que señalen los diferentes
temas tratados.
Todo currículum con el formato de esquema debe acompañarse de
una carta de presentación, breve y muy bien redactada, donde
el solicitante explica por qué dirige su currículum a la empresa
u organismo en cuestión. Los motivos pueden ser muy variados:
la respuesta a un anuncio de empleo (en ese caso, se indicará
de qué fecha y en qué publicación apareció), el envío sistemático
de currícula a determinadas empresas que trabajan en ámbitos
de interés para el solicitante, etc. El lenguaje de esta carta
de presentación debe ser directo, claro, preciso, y, en principio,
impersonal y muy respetuoso.
- ¿Para qué sirve?
El currículum cumple dos funciones principales:
a. Que el solicitante muestre su interés por trabajar
(con beca o sin ella) en una determinada empresa o institución,
y normalmente en un determinado puesto de empleo en el seno
de dicha empresa o institución.
b. Que la empresa o institución pueda seleccionar a
la persona o personas que les parezca más adecuadas para un
determinado puesto de trabajo, a partir de la pertinencia
de la información que se aporta, de la claridad en la exposición,
de la lógica del texto y de la buena redacción y de la personalidad
que permite vislumbrar el texto.
- ¿Cómo se hace?
En primer lugar, hay que hacer un ejercicio de autoanálisis
para descubrir qué cualidades, aptitudes, valores y preferencias
de empleo tenemos (dónde nos gustaría trabajar) y, por lo
tanto, acotar el tipo de empleo que buscamos. A partir de
aquí, habrá que buscar destinatarios concretos que puedan
satisfacer nuestra demanda de empleo.
En segundo lugar, hay que recoger toda la información pertinente
para el empleo que nos interesa, es decir, seleccionar
la información. Cada persona deberá tener normalmente
más de un currículum, porque no incluiremos la misma información
si queremos solicitar un puesto de trabajo en una agencia
de traducción que en una escuela privada, o si tenemos que
redactar un currículum de nueve o diez líneas para adjuntar
a un texto de una conferencia.
La información que seleccionemos deberá consignarse con el
máximo detalle que nos sea posible, pero de forma sintética.
Hay que incluir el nombre completo de la empresa o empresas
anteriores en las que se ha trabajado, las fechas o el periodo
de tiempo, y el cargo que ocupábamos. Es importante poder
justificar toda la información en todo momento.
En tercer lugar, hay que organizar esta información textualmente
y visualmente, es decir, pensar en cuál puede ser la disposición
y el formato más adecuado según el destinatario y los objetivos
que nos hemos propuesto al elaborar el currículum. El texto
debe ser claro y estar ordenado jerárquicamente para facilitar
la lectura. Si se trata de un currículum redactado, no será
necesario utilizar una estructura jerárquica marcada mediante
títulos de apartados distintos, pero la organización de las
ideas y de las informaciones debe ser igualmente clara, lógica
y señalada mediante párrafos de longitud homogénea.
Hay que ser muy cuidadosos con el formato del texto:
deberá ser un formato a veces más estándar y clásico, a veces
más atractivo, según el tipo de empresa. En algunos casos,
nos interesará demostrar que tenemos ciertas habilidades,
por ejemplo con la informática y el diseño de documentos.
Sin embargo, hay que procurar ser discretos y modestos en
todo lo que hagamos.
Si incluimos una fotografía, hay que tener cuidado de que
se vea bien al imprimir y de que sea reciente. Normalmente,
las fotos de los currícula suelen ser de tamaño y de tipo
carné.
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