Madrid, 13 de mayo de 2002
El problema del tabaquismo en España es de una gran importancia.
Aun contando con la evolución favorable durante los últimos
años, la prevalencia del hábito tabáquico entre la población
general es superior al 35% pero además la incorporación progresiva
de la mujer, la morbimortalidad que origina y los costes sanitarios
y sociales derivados hacen de este problema uno de los más
acuciantes para la sanidad.
También es frecuente que los médicos españoles tengan este
hábito y se muestren poco activos a la hora de aconsejar el
abandono del mismo a sus pacientes fumadores y de ayudar a
los que desean dejar de fumar a hacerlo
En general, las distintas organizaciones profesionales médicas,
como Colegios de Médicos, Sociedades Científicas, Academias
y las Universidades no se han involucrado activamente en los
programas de prevención y control del tabaquismo en nuestro
país. Por el contrario, diversas organizaciones internacionales
y corporaciones de diversos países europeos han tomado diversas
iniciativas en este campo, de ahí que la Organización Médica
Colegial, convencida de la necesidad y urgencia de actuar
contra el tabaquismo ha decidido promover la elaboración de
una guía sobre el manejo clínico del fumador para el médico
español, con el objetivo de que le sirva de orientación para
proporcionar ayuda profesional al paciente fumador que acude
a la consulta.
Se sabe que el papel del médico es especialmente importante
a tres niveles. Primero, para ejercer su papel ejemplar, no
fumando en los centros de trabajo, ante los pacientes y en
público. En segundo lugar, debe actuar aconsejando el abandono
del hábito a todos los pacientes fumadores y ayudando a aquellos
que manifiesten deseos de abandonar el hábito. Y, en tercer
lugar, ha de involucrarse activamente en las iniciativas antitabáquicas
de cualquier naturaleza.
En esta línea surge "Manejo del Fumador en la Clínica" consciente
de que la ayuda del médico al paciente fumador que desea abandonar
el hábito ha de incluir el consejo y el soporte psicológico
esencial y la utilización de los métodos farmacológicos, y
el reemplazamiento nicotínico en sus distintas variantes.
Se ha puesto de manifiesto, que con la ayuda adecuada se
puede conseguir que no menos de un 30% de los fumadores consigan
abandonar el hábito.
El libro incluye recomendaciones sobre cómo realizar la intervención
con medios farmacológicos y el reemplazamiento nicotínico,
pero también es de especial atención la descripción de las
estrategias actuales de prevención del tabaquismo, en línea
con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud
y entidades tan prestigiosas como el Banco Mundial.
Son especialmente importantes, por ser la primera vez que
se consideran de forma pública en España, las recomendaciones
que se hacen a las organizaciones médicas para que se impliquen
más activamente en la prevención y control del tabaquismo.
Entre las que cabe destacar: el desarrollo de una política
institucional propia; el estímulo de un mayor compromiso de
actuación de sus miembros y la contribución activa al desarrollo
de una política de ámbito nacional de prevención y control
del tabaquismo.
El compromiso de la Organización Médica Colegial es especialmente
importante y oportuno porque, por un lado, representa a todos
los médicos del país y, por otro, supone un potencial extraordinario
de soporte a las diversas iniciativas que, desde diversos
ángulos, se están llevando a cabo a favor de una adecuada
prevención de la epidemia tabáquica y un más activo papel
de los médicos en su control mediante el estímulo del abandono
del hábito entre los fumadores.