En muchas ocasiones la coma aparece donde no tendría que aparecer y el uso
de la coma es excesivo. Los errores por exceso son los siguientes:
a)
b) c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
k)
l)
m)
n)
o)
p)
q)
a) Coma entre sujeto y verbo. No es posible colocar
una coma entre el sujeto y el predicado, a menos que se introduzca un inciso.
En este caso, son necesarias dos comas: una para abrir el inciso y otra para cerrarlo
(RAE, 1999:5.2.12). Es incorrecta, por tanto, la puntuación del siguiente ejemplo:
*La intervención de los países extranjeros en
otros míseros, se debe a los cuantiosos intereses de una zona.
Sin embargo, el siguiente ejemplo es correcto:
Aznar, y no Matutes, viajará a Argentina.
b) Coma entre verbo y complementos. No hay que colocar
coma entre el verbo y uno de sus complementos fuertes (complemento directo, complemento
indirecto y complemento preposicional, o atributo en el caso de los verbos copulativos).
No resulta adecuada una puntuación como la siguiente:
*Esto
dificulta, que estas personas que tienen sus raíces natales fuera del territorio
español puedan instalarse en nuestro país con libertqad para poder
disfrutar de un estado de bienestar, de unas condiciones dignas para poder vivir
con un mínimo de garantías.
c) Coordinación de elementos en una enumeración.
Una de las funciones básicas de la coma es la de separar los
elementos individuales de una serie. En los siguientes ejemplos,
las comas coordinan componentes que forman parte del mismo conjunto
(es decir, se trata de entidades homogéneas). Un error muy común
es colocar una coma antes de las conjunciones que unen los dos
últimos elementos de la serie ( y, e, ni,
o).
Filósofos,
místicos, científicos y artistas han debatido la naturaleza del color.
Sentados sobre almohadones de lino y seda, pueden hacer
una pausa para degustar higos secos, jugar una partida de ajedrez o tocar el laúd.
Sin embargo, la coma se puede emplear en lugar
de la conjunción cuando la serie es abierta:
Al
igual que el texto de la Gesta episcoporum cameracensium que durante siglos fue
prolongado, copiado, modificado.
Restricciones
a la regla:
La Academia señala que cabe la posibilidad de emplear una
coma antes de la conjunción, si la secuencia que sigue tiene un significado (consecutivo,
temporal...) diferente al del segmento anterior. Por ejemplo:
Ya en Occidente, el último factor económico,
el capitalismo, ha servido de arma a la masonería, y ahora los judíos se han apropiado
diestramente de ese arma.
Al poco de regresar a Viena, Gödel sufrió una grave
crisis mental. Se recuperó a tiempo para retornar a Princeton en el otoño de 1935;
al mes de su llegada sufrió una recaída, y no volvió a impartir enseñanza hasta
la primavera de 1937, en Viena.
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