h) Vocativos.
Los vocativos tanto si aparecen al principio o al final, se separan por medio
de una coma del resto de la secuencia. En caso de que se inserten en el interior
del enunciado, hay que delimitarlos entre dos comas:
No
es preciso que te preocupes por nada, Alberto.
José Luis, no es preciso que
te preocupes por nada.
No es preciso, Andrés, que te preocupes por nada.
i) Cláusulas adjetivas
explicativas. A diferencia de las cláusulas adjetivas especificativas, las
explicativas se separan de la oración subordinada con una coma.
*Este
formulario tiene un solo botón de pulsación que cumple las siguientes funciones:
[...].
Este formulario tiene un solo botón de pulsación, que cumple las siguientes
funciones: [...].
La inexistencia de comas entre
la subordinada adjetiva y su antecedente (botón) convierte la adjetiva
en especificativa; se dice, pues, que hay un solo botón de esa clase, con lo que
se sobreentiende que hay otros de otra clase. Pero lo que se quería expresar es
que hay un solo botón y que éste tiene determinadas funciones. Se trata, por tanto,
de una subordinada explicativa que introduce una cualidad de dicho botón.
Es necesario marcarlo con comas.
j)
Aposiciones. La coma toma un alto valor en el caso de las aposiciones; es
decir, aquellas que, desde el punto de vista del significado, definen al sujeto
o lo complementan:
El presidente del Gobierno,
José María Aznar, declaró ayer [...].
En este caso
la aposición (José María Aznar) equivale a todo el grupo el presidente
del Gobierno. Por tanto, estamos hablando de un presidente del Gobierno al
que adjudicamos un artículo determinado; y eso implica que tanto el emisor como
el receptor saben de qué presidente del Gobierno se trata. En este caso, sabemos
que se trata del actual presidente, y que el Gobierno del que hablamos es el español.
Y sólo una persona reúne todos esos requisitos: José María Aznar.
Veamos ahora
otro ejemplo:
*El jugador del Real Madrid, Davor
Suker, viajó ayer a Croacia.
Si bien es cierto
que el jugador del Real Madrid equivale a Davor Suker, nótese que,
en efecto, estamos hablando de el jugador, no de un jugador. Y de
ahí se rompe la lógica de la frase tal como estaba expresada, ya que previamente
no teníamos establecido que el jugador del Real Madrid ha de ser necesariamente
Davor Suker (al contrario de lo que pasaba con José María Aznar,
donde no cabía más opción). Así que es necesario eliminar la aposición:
El
jugador del Real Madrid Davor Suker viajó ayer a Croacia.
Sí
habría servido, en cambio, la aposición si hubiéramos utilizado el artículo indeterminado:
Un jugador del Real Madrid, Davor Suker, viajó ayer a Croacia.
Porque Davor Suker es, en efecto, un jugador
del Real Madrid. No el jugador. Hay más jugadores, y por tanto no podemos
establecer el acuerdo tácito de que nos referimos precisamente a él.
k) Construcciones absolutas. Estas construcciones son segmentos
autónomos desde el punto de vista sintáctico que presentan un participio. Este
tipo de construcciones deben delimitarse con comas. Por ejemplo:
Situados
los corredores en el punto de partida, puede empezar la competición.
Los
trabajadores, vista la situación, decidieron declararse en huelga.
/ VÍNCULOS