Tradicionalmente, el comentario
de texto ha sido una práctica habitual en muchas disciplinas
académicas del sistema educativo español, e incluso en las pruebas
de acceso a las universidades.
Las metodologías que se han aplicado
en les diversas disciplinas han dado lugar a diversas modalidades
de comentario, como el comentario de textos literarios, el comentario
lingüístico, el comentario histórico o el comentario filosófico,
y otras variantes.
Teniendo en cuenta esta diversidad,
lo más aconsejable es que el estudiante se adapte a las pautas
que proponga cada docente en su asignatura.
a) Comprender los textos en profundidad
b) Mejorar tu capacidad de análisis e interpretación razonada
de un texto
c) Reflejar en un escrito tus conclusiones a partir de una lectura.
El profesorado puede utilizar el comentario
de texto para:
a) Evaluar tu capacidad de comprensión de textos
b) Evaluar el nivel de conocimientos sobre un tema
c) Evaluar tu capacidad de redacción
Conviene que aclares con el profesor cuáles
son los objetivos del comentario.
Aunque el modelo de comentario de texto más aconsejable dependerá
de cada caso, aquí tienes algunas indicaciones muy generales
que te pueden ayudar a afrontar este tipo de ejercicio.
1. Análisis de las situaciones
Antes de comenzar el ejercicio, debes tener
una idea clara de lo que se pide:
- Recoge todas las pautas que te hayan facilitado
durante el curso (apuntes, fotocopias, ejemplos...).
- Si sabes que tendrás que hacer un comentario
y el profesor no ha dado pautas concretas durante el curso,
pregúntale con suficiente antelación qué tipo de trabajo espera.
2. Lectura del texto íntegro
- Conviene hacer una primera lectura de comprensión
global y después una segunda lectura más detallada para detectar
los elementos más importantes para el análisis.
- A lo largo de la lectura, subraya lo más
importante y haz anotaciones al margen.
3. Análisis e interpretación
- Análisis de la terminología utilizada en
el texto
- Señala los términos más significativos
y aclara su sentido en el texto.
- Define o aclara los nombres propios, los términos técnicos,
las instituciones...
- Organización del contenido del texto
- Identifica las ideas esenciales. ¿Cómo
se distribuye la información a lo largo del texto? ¿Cuántas
partes se pueden diferenciar? ¿Cómo se articula el texto desde
el punto de vista lógico?
- Reagrupa y expresa los temas contenidos en el texto.
- Análisis e interpretación del contenido del
texto
- ¿Quién es el autor del texto? ¿A quién se dirige?
- Analiza la intención del autor. ¿Qué pretende el autor que
haga o piense el lector? ¿Hay otras opiniones contrarias o
alternativas a las del autor? ¿Aporta diferentes puntos de
vista? ¿Se contrasta con otras opiniones o valoraciones?
- Las ideas expuestas en el texto, ¿tienen alguna relación
con el pensamiento o la personalidad del autor, un proceso
o marco histórico, una corriente literaria o filosófica?
4. Textualización
- Haz un esquema que te sirva de guía para
estructurar la redacción del comentario de forma ordenada,
con una introducción, un desarrollo y una conclusión.
- Revisa el borrador del comentario. Esta fase
implica no sólo corregir la redacción del comentario, sino
sobre todo leer de nuevo el texto y el comentario para intentar
completar el análisis.
- Una vez revisado el borrador, ya puedes proceder
a la redacción definitiva.
5. ¿Qué hay que evitar?
- La repetición sistemática. Decir lo mismo
que dice el texto con las mismas palabras es un ejercicio
inútil. Se trata de hacer aportaciones que ayuden a aclarar
e interpretar el texto. Se pueden citar breves fragmentos
que sean esenciales, pero es mejor que expliques con tus propias
palabras tu conclusiones en torno al texto.
- El automatismo. No se trata de aplicar mecánicamente
un método inamovible. Hay que diferenciar el tipo de comentario
y adaptarlo a la asignatura y la metodología que proponga
cada docente.
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