Un texto explicativo se define por su intención de hacer
comprender a su destinatario un fenómeno o un acontecimiento.
La explicación se organiza en torno a una estructura
de problema-solución: se parte de un problema de conocimiento
al que se trata de dar respuesta con la aportación de
información que ofrezca las claves del problema. Por
lo tanto, el texto explicativo es aquel que satisface una necesidad
cognitiva, resuelve una duda y desencadena procesos de comprehensión
y de intercomprehensión de la realidad.
Una secuencia explicativa se construye siempre a partir del
mismo planteamiento: existe un vacío de conocimiento
que el texto trata de aclarar (en el apartado Práctica
encontrarás un texto explicativo sobre cómo se
produce el rocío). La secuencia explicativa, como
las otras secuencias prototípicas, no suele presentarse de forma
homogénea en un texto, ya que en un mismo discurso podemos encontrar
fragmentos explicativos, argumentativos, narrativos, descriptivos,
etc.
Como los textos explicativos tienen como objetivo transmitir
la experiencia y el saber científico y cultural de una comunidad,
es lógico que esté en la base del discurso académico,
ya que es la secuencia textual prototípica para transmitir
y construir el conocimiento. Por ejemplo, una secuencia explicativa
puede hacer comprender los terremotos definiendo qué son las
fallas tectónicas; o mostrar cuáles son las pautas de deterioro
del corazón, dando cuenta así de en qué consiste un infarto
y en qué situaciones se produce.
Así pues, podemos observar que la secuencia narrativa
es la que predomina fundamentalmente en los exámenes,
los trabajos académicos, los manuales escolares, las
entradas enciclopédicas, los tratados científicos
o los artículos de divulgación científica.
Cuando se ofrece una explicación, se suele suscitar
el interés del destinatario en la cuestión presentando
el problema de conocimiento como algo que merece ser explicado,
también indicando el encuadre disciplinar o teórico
desde el que se abordará. Por eso, los textos explicativos
suelen iniciarse con un marco o presentación del vacío
de conocimiento que será objeto de la explicación.
Una vez presentado y formulado el problema en cuestión,
los textos ofrecen una explicación. Finalmente, en muchos
textos explicativos se procede a evaluar la explicación
propuesta. La estructura típica de las explicaciones
en estos discursos es:
- Presentación / marco
- Planteo del problema (explícito o implícito)
- Respuesta del problema
- Evaluación conclusiva
Si aplicamos este esquema a un texto explicativo, partimos
de una esquematización inicial que nos sirve de presentación
o marco. En el texto que proponemos más adelante (ver Ejemplo)
sería: "Los distintos tipos de indígenas que esperaba encontrar
Colón". Dicha constatación genera un ¿POR QUÉ? o un ¿CÓMO? que
constituyen el problema que hay que resolver. Para responder
a estas preguntas, el texto hace cinco hipótesis de los indígenas
que podría encontrar Colón (asiáticos, europeos o
africanos, una raza absolutamente desconocida, habitantes de
un paraíso terrenal o monstruos). Finalmente, en la evaluación
conclusiva, el texto hace notar que Colón estaba mentalmente
preparado para encontrar cinco tipos de seres humanos en el
curso de su viaje de 1492 y los últimos dos párrafos apuntan
a la deficiente comunicación como causa de desviaciones a la
hora de traducir lo que le contaban los indígenas a su propio
esquema conceptual.
A. Analizar la situación
Una secuencia explicativa consta de dos movimientos, es decir,
debe realizar dos funciones: señalar cuál es el problema
de conocimiento y desarrollar la respuesta o solución.
Estos dos movimientos pueden corresponderse con dos partes diferenciables
del texto, es decir, pueden aparecer varios párrafos destinados
a describir el problema; o bien puede bastar con enunciar el
problema y desarrollar la respuesta o solución, de modo que
prácticamente todo el texto se dedica a este segundo movimiento.
Una solución redefine lo que antes era un problema, proporciona
un nuevo punto de vista a través del cual se consigue
que el problema deje de existir.
B. Planificar: ordenar las ideas
La estructura de un texto explicativo es mucho más compleja
que la de un texto descriptivo o narrativo, puesto que el texto
no puede limitarse a "copiar" el orden en que están
colocados los objetos en el mundo, ni el orden cronológico
de los acontecimientos. Por ello, la estructura de una explicación
intenta mostrar el orden del razonamiento, el orden en el que
hay que observar el problema para solucionarlo, es decir, un
orden lógico o mental, no "real": primero el problema y después
la solución, primero lo general y luego lo particular,
primero lo más sencillo y después lo más
complejo. La explicación debe seguir, de manera explícita,
un esquema, con el objeto de que en todo momento el lector sepa
en qué punto del esquema se encuentra. Es importante evitar
que aparezcan explicaciones en el último momento, explicaciones
que no se hayan anunciado con anterioridad, y tampoco pueden
faltar datos que el lector espera.
Según el público al que va dirigido un texto explicativo -más
o menos culto- y de la intención del autor -didáctica o no-
podemos distinguir dos modalidades de textos explicativos: los
divulgativos y los especializados.
C. Textualizar
Para dar forma al texto explicativo es útil emplear
un conjunto de técnicas de escritura.
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