Encargo 1: Abstract
La
caída de los estrógenos en la menopausia
produce diversos síntomas en el sistema vascular,
como sofocaciones, enrojecimientos y sudoración
excesiva; cardiovascular, con un aumento de las enfermedades
cardiovasculares; y óseo, con la disminución
del contenido de mineral óseo y el riesgo consiguiente
de osteoporosis y fracturas. El hipoestrogenismo también
produce pérdida de elasticidad cutánea,
así como nicturia, polaquiuria y dispareunia por
irritación de las mucosas vesical y vaginal, y
trastornos psicológicos de diversa índole.
La terapia de reemplazo estrogénico (TRE) ha demostrado
su eficacia en la prevención de enfermedades cardiovasculares,
infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, osteoporosis
y riesgo de fracturas, y parece aliviar el malestar psicológico.
Dada la influencia del tiempo transcurrido desde la menopausia
en la efectividad de la TRE, en este artículo se
recomienda iniciar la terapia lo antes posible. Asimismo,
se insiste en la importancia de prescribir progesterona
en concomitancia con la TRE, a fin de atenuar sus posibles
efectos negativos como el riesgo de carcinoma de endometrio
y de seno, y de adaptar el tratamiento a cada paciente.
|
|
Encargo
2: Resumen divulgativo
La
menopausia es la ausencia total de menstruación
debido a la caída abrupta de los estrógenos
(las hormonas femeninas), y se suele producir alrededor
de los 50 años. La disminución de las hormonas
femeninas repercute en todo el organismo y produce molestias
de diversa índole. Las más frecuentes son
las sofocaciones, los enrojecimientos y la sudoración
excesiva, especialmente durante la noche, lo cual impide
dormir relajadamente. Además, las micciones se
hacen muy frecuentes y con poca cantidad de orina, y puede
notarse irritación, sequedad vaginal e incluso
dolor durante la relación sexual. Estos síntomas,
que alteran la calidad de vida de la mujer, pueden desembocar
en trastornos psicológicos, como la depresión
o la ansiedad.
Pero los problemas más graves son los que afectan
a los huesos (la osteoporosis) y al sistema cardiovascular.
La osteoporosis consiste en la pérdida paulatina
de mineral en los huesos, que produce un acentuado riesgo
de fracturas. Las enfermedades de tipo cardiovascular,
como el infarto de miocardio, son otra de las dolencias
que la mujer debe afrontar con mayor frecuencia después
de la menopausia.
Afortunadamente, la llamada terapia de reemplazo estrogénico
(TRE) ha demostrado su eficacia en la prevención
de estas graves enfermedades; parece aliviar también
las otras molestias vinculadas a la menopausia y mejora
el estado anímico. Como el tiempo transcurrido
desde la menopausia influye en la efectividad de la TRE,
es recomendable iniciar este tratamiento lo antes posible.
Sin embargo, siempre debe hacerse con un estricto seguimiento
médico, ya que esta terapia puede aumentar la riesgo
de padecer determinados tipos de cáncer. El médico
valorará los beneficios y perjuicios y aconsejará,
en definitiva, lo más adecuado para cada mujer.
|