La respuesta más habitual suele ser la B, que es la que
presenta un número de párrafos más adecuado
con respecto a la página, y con un tamaño parecido.
La página A causa pereza de leer incluso antes de ver
la letra: estos párrafos tan largos dan la sensación
de un texto comprimido. Pero la situación contraria,
la página C, no es mucho mejor: tantos párrafos
y tan cortos parecen una lista desligada de ideas donde no pueda
haber argumentos elaborados. Y seguramente la página
D es la provoca mayor desconfianza por la variación desmesurada
del tamaño de los párrafos, que insinúa
una anarquía estructural.
El párrafo sirve para estructurar el contenido del texto
y para mostrar formalmente esta organización. Utilizado
con acierto facilita el trabajo de comprensión; pero
empleado de manera incorrecta o gratuita, puede llegar incluso
a entorpecer la lectura.
Se suele definir el párrafo como un conjunto de frases
relacionadas que desarrollan un único tema. Es una unidad
intermedia, superior a la oración e inferior al apartado
o al texto, con valor gráfico y significativo. Tiene
valor gráfico porque empieza con mayúscula y termina
con punto y aparte. Tiene unidad significativa porque trata
exclusivamente un tema, subtema o algún aspecto particular
en relación con el resto del texto.
En los textos breves de dos páginas o menos, el párrafo
es trascendental, porque no hay otra unidad jerárquica
(capítulo, apartado, punto) que clasifique la información
y, de este modo, pasa a ser el único responsable de la
estructura global del texto. Se encarga de marcar los diversos
puntos de que consta un tema, de distinguir las opiniones a
favor y en contra, o de señalar un cambio de perspectiva
en el discurso. De esta manera, el párrafo llega a asumir
funciones específicas dentro del texto: se puede hablar
de párrafos de introducción, de conclusión
final, de recapitulación, de ejemplos
o de resumen.
2. TIPOLOGÍA
En el interior del párrafo se suelen distinguir varios
constituyentes: la entrada inicial, la conclusión, el
desarrollo, los marcadores textuales, etc. El elemento más
importante es la frase temática. Esta frase puede ocupar
la primera posición y, por lo tanto, introduce el tema
o la idea central. En este caso, hablamos de párrafos
deductivos. También existe la posibilidad que
esta frase aparezca al final, constituyendo párrafos
inductivos; o incluso puede aparecer en el medio del
párrafo y formar párrafos híbridos.
Veamos algunos ejemplos:
Párrafo inductivo
El primer uso de los plásticos fue servir de sustituto a materiales naturales como el metal, la piel, la goma, etc. Los teléfonos se empezaron a hacer de un plástico llamado "bakelite"; las suelas de los zapatos y, más adelante, la parte superior de los mismos se empezaron a confeccionar con diversos sustitutos de la goma y la piel; la Segunda Guerra Mundial supuso el desarrollo de neumáticos y llantas de una goma especial (goma "butly"). Aunque se llame "goma", los objetos fabricados con "butly" eran, y son, totalmente sintéticos. Sin el plástico no tendríamos muchas de las cosas que nos son habituales: no dispondríamos de varios tipos importantes de aislamiento eléctrico ni de la amplia diversidad de películas fotográficas existentes hoy en día. Si miramos atrás, podemos ver cómo nuestras vidas han cambiado gracias a los plásticos.
Párrafo deductivo
En el párrafo
puede reflejarse una concepción del mundo. La lenta
exposición del primer plano es el párrafo largo.
El párrafo corto es rápido; a cada punto y aparte
ha pasado ya, fugaz, una racha de tiempo. El párrafo
largo hay que leerlo despacio; el corto puede leerse de prisa.
El párrafo largo es una solemne marea; mientras que
el corto puede convertirse en una rápida gillotina.
Párrafo híbrido
Las palmeras datileras
han crecido prolíficamente durante miles de años
tanto en Mesopotamia (actual Irak) como en Egipto. Los dátiles
son ricos en azúcar y en climas tan cálidos
como estos la fermentación en un líquido que
contiene alcohol se produce con bastante rapidez. Por ello,
aunque los primeros documentos sobre la elaboración
de vino a partir de dátiles son de los años
3.000 a 2.000 a.C., suponemos con bastante certeza que se
hacía mucho antes. Ya que el fruto mismo guarda
el hongo de la levadura que causa la fermentación,
hacer vino del dátil fue un proceso completamente sencillo.
Las únicas piezas del equipamiento necesarias eran
un jarro para contener el "mosto" del dátil
(los dátiles y su líquido) y un colador al final
de la fermentación.
También existe la posibilidad de que los párrafos
no contengan la frase temática porque se desprende de
la información que presenta el párrafo. Este tipo
de párrafo se denomina implícito. Por ejemplo:
Cuando le preguntas a alguien si le gusta escribir y qué escribe, la conversación se llena inevitablemente de tópicos- Alguien puede entender la escritura en el sentido literario, esto es, si le gusta escribir cuentos, poemas o cualquier otro texto creativo. Alguien pensará en las cartas i responderá seguramente que no, muy raramente, porque es más rápido llamar por teléfono; i después comentará que cada vez lee menos.
Asimismo, la última frase puede cerrar la unidad
con algún comentario global o una recapitulación
que recupere algún dato relevante. En medio suele
haber varias frases que desarrollan el tema y que a veces pueden
estructurarse mediante marcadores textuales. Pero raramente
los párrafos contienen todos estos elementos a la vez
y de manera tan evidente. Lo más normal es que tengan
uno u otro y más o menos escondidos.
Continuación Párrafo