5. EJEMPLOS COMENTADOS

A continuación, te presentamos algunos ejemplos de párrafo comentados:

ANUNCIOS TELEVISIVOS
ESTRUCTURA DE TESIS Y ARGUMENTOS

Hace algún tiempo vi un anuncio delicioso en la televisión: un perro era abondonado en la carretera y sus ojos imploraban que no lo abandonaran. Era un pequeño poema tierno y triste, algo cruel, quizás. Me gustan mucho más los anuncios que muchas películas malas o banales que, lejos de divertir o educar, solamente nos vuelven estúpidos. Los anuncios son ideales por tres motivos. El primero: son cortos y concisos. El segundo: en ellos aparecen frecuentemente juegos de palabras. Y, en tercer lugar, aunque no menos importante: nos llegan de una forma fulminante, como un pequeño rayo de inspiración. Así, descartando los mensajes subliminales y la bobadas del tipo "sea libre con este coche deportivo", un pequeño poema vale más que ciento veinte minutos de aburrimiento.

Frases iniciales: introducción del tema
Tesis central
Argumentos numerados
Conclusión final cierre


¿CULEBRONES ALIENANTES?
ESTRUCTURA DE PREGUNTA Y RESPUESTA

Algunos defensores de los "culebrones" reivindican estos productos para que las amas de casa se liberen, durante un rato, de sus preocupaciones caseras. Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla. ¿Merece la pena no pensar en croquetas y coladas para tragarse las desgracias de un hombre rico, elegante e infeliz? La señora Engracia no mejorará su calidad de vida viendo semejantes epopeyas, tampoco será más rica, ni más interesante... Por lo tanto, hace falta replantearse la cuestión de esta manera: ¿los "culebrones" son alienantes o más bien ambaucadores?

Introducción del tema
Información complementaria
Pregunta tesis
Respuestas
Conclusión: pregunta retórica

A continuación, te presentamos un texto con una división de párrafos adecuada. Verás que los conectores y las frases temáticas aparecen en negrita.

EL GRADO DE USO DE ESTRATEGIAS CORTESES EN DOS TEXTOS

Como apuntó Goffman, la actividad comunicativa se concibe socialmente como una escena en donde los actores (los hablantes) interpretan su papel. Nosotros como actores del gran teatro del mundo manifestamos e intentamos salvaguardar nuestra propia imagen (nuestro papel) a través de la interacción. Si queremos mantener una relación armoniosa y asimismo evitar conflictos con los demás, estamos obligados a preservar nuestra imagen y la de nuestro destinatario en los intercambios lingüísticos. Con la finalidad de conseguir esta concordia y evitar agredir la imagen de nuestro interlocutor, los hablantes utilizamos una serie de elementos lingüísticos que analizaremos con la ayuda de las dos cartas que nos ocupan: en primer lugar, la que escribe el Presidente de la Sociedad Española de Lingüística y, en segundo lugar, la que emite Carlos García Teixidó responsable de la sección de Recursos humanos de la sucursal de IKEA en España.

Primero es preciso aclarar dos términos que introdujeron Brown y Levinson: la imagen positiva y la imagen negativa. La primera se refiere al valor y a la estima que una persona reclama para sí misma, cabe destacar que el locutor intenta imponer y crear constantemente esta imagen. La segunda tiene que ver con la noción de territorio, todos gozamos de un espacio que consideramos propio: territorio corporal, espacial o temporal, bienes materiales... Luego, en una interacción hay cuatro imágenes que deben preservarse. Éstas se ven amenazadas por los actos verbales y no verbales que se suceden en la actividad comunicativa (Actos Amenazadores de la Imagen). La mejor manera de esquivar los posibles conflictos es siendo cortés. Una vez hemos introducido las consideraciones teóricas pertinentes, cabe plantearnos la siguiente cuestión: ¿Se atenta a las imágenes positiva y negativa de los destinatarios de las cartas que son objeto de nuestro análisis?

La primera carta es una petición en la que se demanda la colaboración del interlocutor: Por descontado, agradezco de antemano cualquier comentario que quieras exponer. Esto es, se invade el territorio del destinatario ya que se le pide que manifieste cualquier sugerencia que pueda hacer al respecto y que comparta sus saberes con el destinatario. Como apunta Irene Lozano "la cortesía puede tener una incidencia decisiva en el logro de los objetivos del hablante" y, como analizaremos a continuación, el Presidente de la Sociedad Española de Lingüística se vale de ella para provocar la adhesión de su receptor.

Sin embargo, antes debemos examinar los tres factores que determinan la elección de las estrategias de cortesía por parte del locutor. En primer lugar, vale la pena plantearse la relación de poder entre interlocutores, es decir, el eje vertical. El que escribe es el Presidente de dicha sociedad y se dirige a sus consocios. La estrategia utilizada por el interlocutor es muy hábil. A lo largo de la carta, implanta una conciencia de grupo en el que él se incluye (él también forma parte de la sociedad). Como comentaremos a continuación, el locutor trata a su destinatario de en los tres primeros párrafos, pero paulatinamente introduce el uso del "nosotros" inclusivo que aporta la idea de conjunto que el emisor quiere generar. Así lo demuestra el uso constante de este "nosotros": basten, como muestras, nosotros, hemos de empezar, hablaremos o nuestros horizontes. Como hemos apuntado antes, el locutor trata a su interlocutor de tú (recordarás o verás), este uso lo acerca mucho al lector y, a su vez, hace creer a su destinatario que él es un miembro muy importante de la sociedad: lo trata casi como a un amigo. En cambio, no nos debemos dejar llevar por las apariencias, esta carta seguramente ha sido enviada tanto a personas conocidas como desconocidas. Este acercamiento responde única y exclusivamente a las artimañas del locutor: éste es consciente de que está atacando la imagen negativa del interlocutor y pretende persuadirlo. Si el Presidente conociera tan perfectamente a su interlocutor no lo saludaría como a un/a estimada/o consocia/a (saludo válido para cualquier miembro de la sociedad); sino que utilizaría su nombre. Por consiguiente, podemos afirmar que no sólo hay una diferencia de poder entre los interlocutores (hay jerarquía entre ellos); sino que además puede haber una distancia social (eje vertical), dado que el emisor no conoce a todos los receptores de esta carta. En último lugar, debemos sopesar la gravedad del acto de habla. Como ya se ha dicho, la carta es una petición que atenta a la imagen negativa del receptor e invade su territorio y, en consecuencia, el autor utiliza tanto la estrategia de grupo comentada anteriormente como los elementos lingüísticos que analizaremos a continuación.

Así pues, el locutor intenta ser cortés y para conseguirlo no sólo se basa en procedimientos sustitutivos y procedimientos de acompañamiento con el fin de valorar la imagen negativa del otro (cortesía negativa); sino que también se basa en la cortesía positiva para no dañar la imagen positiva de su interlocutor. Por lo que se refiere a procedimientos sustitutivos utiliza desactualizadores que marcan distancia entre el locutor y el acto amenazador; esto es, crean un distanciamiento estratégico del centro deíctico propio del acto de habla problemático. Por ejemplo, el uso del condicional (preferiría, me gustaría, habría que abonar o se dialogaría) sustituye una formulación más directa por otra más dulce. Un rasgo ya comentado es el uso constante del "nosotros" con valor de solidaridad: basten, como muestras, nuestros horizontes o hablaremos, que contribuyen al éxito de la estrategia utilizada por el locutor. Podría extrañarnos que entre estos usos del "nosotros" inclusivo, que ayudan a crear esta conciencia de grupo, encontremos una perífrasis de obligación como la siguiente: hemos de empezar. ¿Se trata de un "nosostros" que el autor utiliza para obligar al lector a empezar? Es preciso destacar que esta perífrasis otorga poder al interlocutor, ya que el destinatario cree que él también es el que ha decidido que ahora es necesario empezar a convencerse. El autor también se vale del léxico como recurso atenuante e introduce procedimientos retóricos. Un claro ejemplo es el siguiente eufemismo: otra reflexión personal un poco más solemne. Claro está que el léxico es muy útil para rebajar la fuerza del acto amenazador. Asimismo, utiliza procedimientos de acompañamiento. Por ejemplo, hay un alto uso de modalizadores que dulcifican la agresión a la imagen negativa: Creo que, Personalmente, A mi juicio, Tengo el convencimiento o pienso. Este recurso ofrece opciones al interlocutor para que la aserción no se convierta en una imposición, ya que ésta amenaza la imagen pública del otro. Cabe mencionar que el interlocutor simplemente sugiere: Otra sugerencia. Asimismo encontramos enunciaciones de un acto amenazador acompañados por un enunciado preliminar que lo suavizan, por ejemplo: con la invitación de que, si te es posible...

Como ya se ha apuntado, también encontramos procedimientos de cortesía positiva que se refiere a la valoración del otro y, a su vez, tiene como objetivo un efecto "antiamenazador". El agradecimiento que expresa el emisor es un claro ejemplo (agradezco de antemano o, a quienes doy las gracias). Cabe destacar que formas como cordialmente o estimada/o consocia/o son procedimientos que en un principio eran corteses, pero que con el tiempo han perdido el valor afectivo que poseían. En consecuencia, son formulas establecidas, típicas de los textos de correspondencia, que también aparecerían en otras cartas. Además la figura del destinatario se maximiza y, en alguna ocasión, el emisor se coloca en un nivel inferior al receptor, como muestra, Permíteme que apunte. Esta carta es un claro ejemplo de cómo siendo cortés se puede persuadir al lector más fácilmente y conseguir que ceda su territorio y colabore con el emisor.

Por otra parte, la segunda carta persigue un objetivo muy diferente. En ella la empresa IKEA comunica que el interlocutor no ha sido aceptado para trabajar. Esta carta es una clara amenaza a la imagen positiva del destinatario. El enunciado que se va a emitir va enojar al interlocutor, así que el emisor decide emplear la estrategia de la impersonalización y la atenuación de un giro como el siguiente: lamentamos comunicarle que, en esta ocasión, la trayectoria y el perfil profesional de algunos candidatos presentados se ajustaba más plenamente a las circunstancias peculiares del puesto a cubrir; en lugar de decir: no ha conseguido el puesto de trabajo. Tal como apunta Irene Lozano "la cortesía no varia el contenido proposicional de las oraciones, sino que sólo afecta a las relaciones entre los hablantes y al reflejo de las opiniones de éstos". Este recurso es un indicador de la consideración que el emisor del mensaje tiene hacia su destinatario, ya que se intenta valorar la imagen positiva del otro y suavizar la agresividad del acto de habla.

Por otro lado, cabe destacar que el autor se vale también de procedimientos de cortesía negativa. Entre ellos, el uso del "usted" de cortesía (agradecerle, contactar con Vd., su colaboración o rogándole disculpe) para atenuar la brutalidad de abordar al destinatario y enfatizar el valor deferencial. Hay que hacer notar que hay un uso del "nosotros" colectivo, por ejemplo, nos dirigimos, lamentamos o pensamos. Aquí vemos cómo Carlos García Teixidó habla en nombre de la empresa y asume una cierta responsabilidad Este uso es, a su vez, exclusivo, esto es, no incluye al interlocutor. Por consiguiente, no creemos que se trate de un uso solidario del "nosotros" como el que hemos apreciado en la carta anterior. También hace uso de desactualizadores como el condicional, por ejemplo, volveríamos o nos gustaría que, como ya se ha dicho, ponen distancia a la realización del acto de habla amenazador y lo dulcifican. Hay que hacer notar que la disposición de la información también es relevante. El emisor se dirige al receptor en primer lugar para agradecerle el interés mostrado y no para comunicarle que no ha obtenido el trabajo (esto no se manifiesta hasta el tercer párrafo de la carta). La organización del contenido también contribuye a suavizar la brusquedad del acto amenazador. A diferencia de la primera carta, ahora formas como Muy Sr./a Nuestro/a sí que aportan un valor afectivo; esto es, funcionan como expresiones de adulación o cariño que suponen un contrapeso de este acto de habla claramente amenazador. Podríamos afirmar que toda la carta supone un rodeo, puesto que se asume que lo que se dice es difícil de aceptar por el interlocutor.

Ahora bien, ¿a qué se debe esta elección de los procedimientos corteses? En primer lugar, es preciso insistir en que nos encontramos ante una relación de jerarquía: se trata de un alto cargo de la sucursal de IKEA que comunica la mala noticia a un aspirante a empleado. A mayor relación de poder, mayor cortesía. Sin embargo, ¿por qué una persona de alto grado tendría que ser cortés con una persona de grado inferior? La respuesta recae en el contenido del acto de habla amenazador: al tratarse de una noticia desagradable el emisor debe intentar ser lo más cauto posible para no herir a su receptor. Así vemos cómo se maximiza al destinatario para no atentar tan bruscamente a su imagen positiva y cómo se muestra interés y simpatía por el receptor: pensamos que su historial profesional puede ser interesante para futuras selecciones. Por lo que se refiere al locutor, debemos destacar que éste también daña su imagen negativa al emitir lo siguiente: No dude que, en ese caso, volveríamos a contactar con Vd. Con esta frase el locutor se está comprometiendo a ponerse en contacto con su destinatario. En segundo lugar, la distancia social es considerable, el locutor no conoce a su interlocutor. Es evidente que cuando la distancia social es mayor, el grado de cortesía es, a su vez, más elevado, ya que se intenta mostrar respeto hacia esta el destinatario. Finalmente debe destacarse que la gravedad del acto que atenta contra la imagen es notable y, por lo tanto, todos los recursos que utilice el locutor son pocos.

Si bien las dos cartas presentan un alto grado de procedimientos corteses, afirmaríamos que la segunda es más cortés, puesto que la amenaza del acto de habla es mayor, el emisor lo sabe y, por tanto, se muestra mucho más dulce y engatusador. En conclusión, podríamos asegurar que la función de las estrategias corteses es fundamental no sólo para disfrutar de una relación interpersonal armoniosa; sino que también para cuidar y valorar tanto al locutor como al interlocutor y asimismo evitar los posibles conflictos lingüísticos.

 

EJERCICIOS

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